MANIPULACIÓN, MUSICA Y EUROVISIÓN:

 





Hoy, 17 de mayo de 2025, millones de ojos y oídos estarán fijados en una pantalla. Un espectáculo “musical” de dimensiones colosales: luces, emoción, competencia, patriotismo... y manipulación. Sí, como lo lees. Manipulación emocional, mental y cultural en estado puro.

Y mientras tanto… ¿dónde estamos nosotras, las maestras? ¿Cómo afecta todo esto a nuestro trabajo con los niños/as y las familias?

 ¿Qué lugar ocupamos en esta gran orquesta invisible de programación colectiva?

Os invito a hacer esta pequeña reflexión.


🧠 El poder de la música sobre la mente joven.

Como docentes, sabemos que la infancia es un terreno fértil donde todo lo que se siembra brota con fuerza. La música no es una excepción. Lo que los niños escuchan, cantan, bailan o ven en casa y en la escuela moldea su imaginario, su lenguaje, su autoimagen, sus emociones y hasta su espiritualidad.

No se trata solo de si una canción tiene “palabrotas” o “mensajes violentos”. Va mucho más allá. Es la energía, el arquetipo, la intención detrás. Y Eurovisión, aunque parezca inocente, es un producto perfectamente diseñado para dirigir la atención, la emoción y los valores hacia donde le interesa al sistema.

 Si tienes el mínimo conocimiento sobre cómo funciona nuestro cerebro, debes saber el gran poder que hay al contar historias para conectar con él, programar tú mente a través de la repetición de palabras o frases, unido a la sincronización cerebral por arrastre que se crea a través del ritmo y la emoción que le involucras. 

 Todo esto influye en tu mente y en tu comportamiento. La repetición de las palabras o frases, actúan como un “mantra”, o como un audio hipnótico de sugestión que va directo al subconsciente y ahí permanece por décadas.

 La música que escuchas habla mucho de tu personalidad, de tu educación, de tu círculo e incluso de tu familia… por consiguiente es aquí dónde parte el origen de las Tribus Urbanas ya que, en la adolescencia, cuando buscas encontrar “tu identidad” y pertenecer a una tribu, imitas al “artista musical” del momento, adoptas su vestimenta, su forma de ser, su manera de hablar, pensar, actuar, etc. Creando así una personalidad falsa, un alter ego, pero que simplemente te conecta con cierta tribu y te hace sentir que por fin perteneces a algo.

 El 80% de las personas siguen escuchando el mismo estilo musical que el de su adolescencia, de ahí que te encuentres a personas de 40 o 50 años en los raves o en las fiestas de metal, porque ese estilo de música marcó su adolescencia y juventud, los hizo parte de esa ideología y movimiento.

  ¿Ahora te das cuenta de cómo están programando a las nuevas generaciones? 

 El rock, el metal, el pop y el rap de los 70-80-90, creaba tribus inconformistas, rebeldes contra la injusticia y sin miedo a decir lo que pensaban. El sistema tenía que eliminarlo. Y lo ha conseguido.

A partir del 2000 todo cambió premeditadamente. 

Hoy, a los chicos, les meten el arquetipo de drogadicto, narco, delincuente y pandillero, a través de letras que sólo hablan de drogas, armas, promiscuidad, etc… Y a las chicas les venden el arquetipo de aspirar a ser una prostituta digital con muchos seguidores o que sólo sirve para grabar vídeos en tik tok… 

 Recuerda que las mentes jóvenes las moldean a través de la música y si quieres imaginar qué futuro espera a esta generación, un ejemplo:  

Bad Bunny, cultivador de una estética satanista, machista y zafia, arrasa en España: 12 estadios llenos y más de 600.000 entradas vendidas

 Esta noche, con Eurovisión, hay sesión intensa de modulación neuronal para los jóvenes y no tan jóvenes...

 

                        


📺 ¿Qué consumen nuestros alumnos/as en casa?

Con cierta frecuencia llegan a clase con frases de canciones aprendidas de memoria, coreografías virales de TikTok y estéticas copias de influencers hiperestimulados. Como maestras, muchas veces nos toca "desprogramar" antes de poder enseñar: reconstruir la atención, la calma, el respeto, la autenticidad… ¡Todo un reto!

¿Dónde están las canciones que alimentan el alma, que despiertan la ternura, que invitan a soñar, a mejorar el mundo, a rebelarnos contra lo injusto o a conectar con la Tierra? 

¿Cuándo dejamos que el ruido sustituyera al arte y a la belleza?


💬 Las familias también necesitan despertar.

Muchos padres y madres permiten que sus hijos/as vean estos espectáculos sin filtros, sin reflexión, como si fueran simples “entretenimientos familiares”. Desde la escuela, tenemos la responsabilidad de abrir conversaciones, sembrar conciencia y ofrecer alternativas.

No se trata de prohibir o censurar, sino de educar la mirada y el oído. De ayudar a las familias a distinguir entre contenido que nutre y contenido que degrada. Entre libertad y manipulación.

No todo vale por ser viral. Lo ideal sería stablecer límites saludables de exposición a contenido musical y visual. La cantidad también afecta la calidad del vínculo con la música.

Y sobre todo: Sé el ejemplo. Los niños/as  absorben lo que ven. Si tú eliges con conciencia lo que escuchas, si disfrutas y bailas música auténtica, ellos también aprenderán a hacerlo.


🌱 ¿Qué podemos hacer desde la escuela?

  • 🎶 Seleccionar con conciencia la música que se escucha en clase.

  • 🧘🏽‍♀️ Incluir sesiones de silencio, mindfulness y escucha interior.

  • 📚 Compartir cuentos y canciones con mensajes auténticos y constructivos.

  • 💌 Escribir cartas o circulares reflexivas como esta, que lleguen al corazón.

La transformación del mundo comienza en lo cotidiano. En una canción que elegimos con amor. En una palabra que sembramos con intención.


🌟 Maestras libres.

No estamos aquí para repetir lo que hace la mayoría. Estamos aquí para proteger la belleza, la inocencia y la autenticidad de la infancia. Y eso incluye proteger también su mundo sonoro, su atención, sus referencias culturales y espirituales.

Esta noche, elige apagar la pantalla y encender la conciencia.

 O también, ver el espactáculo con ojos críticos y captando los mensajes que nos quieren hacer llegar.

Seamos personas adultas, los más pequeños se lo merecen. 

                         "Lo mejor del mundo son los niños"  Pessoa

 

Esta frase no es solo una declaración poética, es una verdad que quienes trabajamos con la infancia podemos ver y sentir cada día.

Protegerla, acompañarles, ofrecerles entornos sanos donde puedan crecer en verdad y en belleza, respetar su hermosa naturaleza. es una de las formas más elevadas de amor y de resistencia consciente.

Ojalá permitamos que su luz brille, sin filtros ni pantallas que la opaquen.

 Educar debe ser formar seres humanos completos: capaces de pensar con claridad, de sentir con profundidad y de actuar con propósito.

 Como dice Guillen Ferrer: 

"Estamos llamados a recuperar el alma de la educación. A recordar que no formamos engranajes para una máquina, sino guardianes de la vida. Si sembramos hoy este nuevo paradigma, tal vez mañana florezcan generaciones más sabias, más compasivas, más libres. Porque sólo quien ha florecido desde dentro puede ayudar a otros a florecer también."

Un abrazo al corazón 💗

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