Los docentes ¿crecemos o sobrevivimos?
La importancia del autoconocimiento en los docentes.
Como maestros y maestras, dedicamos gran parte de nuestra energía a cuidar, educar y guiar a nuestros alumnos/as, pero ¿cuántas veces nos detenemos a reflexionar sobre nuestro propio bienestar y cómo este afecta nuestra práctica? El autoconocimiento no es un lujo, sino una necesidad para quienes desempeñamos esta hermosa y desafiante labor.
Recuerdo mi primer año como maestra en Ciudad Real, llena de ilusiones pero también de inseguridades. Trabajé en un curso escolar nada más y nada menos que en...¡9 colegios diferentes!. Con tantos cambios de colegios, de casa, desplazamientos en coche y también mi empeño en planificar clases perfectas ybuscando atender cada necesidad de mis alumnos/as, todo ello me llevó al final del curso escolar a encontrarme agotada y con malestar en las digestiones (me diagnosticaron "colon irritable"). Fue entonces cuando me di cuenta de que, para dar lo mejor de mí, primero tenía que empezar por cuidarme y conocerme mejor. Comencé entonces a practicar posturas de yoga y respiraciones por las tardes, tras el colegio. Había comenzado la aventura de explorarme más a fondo y conocerme mejor.
Docentes que crecen frente a docentes que sobreviven:
En nuestra profesión encontramos dos tipos de actitudes:
**EL CRECIMIENTO CONTINUO: aquellos maestros y maestras que constantemente se cuestionan, que buscan mejorar y evolucionar, y
**LA MONOTONIA: aquellos que, atrapados en la monotonía, rechazan el cambio.
He visto compañeros/as que llegan cada mañana al aula con el brillo en los ojos de quienes ven la enseñanza como una oportunidad para crecer. Son esas maestras que prueban nuevas estrategias, reflexionan sobre sus errores y están dispuestas a replantearse incluso aquello que siempre han dado por sentado. Por otro lado, también he conocido docentes que trabajan en piloto automático, repitiendo año tras año las mismas dinámicas, los mismos libros de texto. En su conversación diaria resuenan frases como: "Así siempre ha funcionado" o "No tengo tiempo para cambiar nada".
Yo misma he estado en ambos lados. Hubo un momento en mi carrera en el que sentí que cada día era igual al anterior. Me levantaba con apatía, pensando en las horas que faltaban para terminar el día. Esa monotonía me llevó a un estado de agotamiento emocional que empezó a afectar no solo mi trabajo, sino también mi vida personal.
Sin embargo, algo cambió cuando empecé a cuestionarme: ¿Cómo puedo sentirme más plena? ¿Qué necesita mi vida para recobrar la ilusión?
El inicio del cambio: La rueda de la vida.
Un ejercicio que me ayudó enormemente fue explorar mi propia "rueda de la vida". Al inicio de cada curso, ahora dedico tiempo a reflexionar sobre cómo estoy en cada área clave de mi vida: salud, relaciones, crecimiento personal, diversión, entre otras.
Por ejemplo, el año pasado, me di cuenta de que estaba dedicando muy poco tiempo al ocio. Mi vida se había reducido a casa y trabajo, y eso estaba afectando mi creatividad y energía. Decidí reservar un día a la semana para hacer algo que me apasionara, como leer y caminar por el campo. A partir de ahí, no solo mejoró mi estado de ánimo, sino que descubrí nuevas formas de creatividad en el aula y en la familia.
Los docentes que elegimos la vía del crecimiento personal podemos preguntarnos cuestiones como éstas:
- ¿Cómo puedo ser mejor en lo que hago?
- ¿Qué aspectos de mi vida están afectando mi energía y mi disposición en el aula?
- ¿Qué necesito para sentirme más pleno/a y feliz en mi día a día?
Este tipo de maestro/a comprende que el cambio empieza por uno mismo. Al trabajar nuestro desarrollo personal, estaremos más preparados/as para enfrentar los desafíos, seremos más creativos/as en las estrategias pedagógicas y encontraremos mayor satisfacción en nuestro trabajo.
Por el contrario, quienes se resisten al cambio suelen caer en rutinas que, aunque cómodas a corto plazo, a largo plazo generan insatisfacción, desmotivación y, en muchos casos, estrés laboral.
El peligro de la monotonía y el regalo de evolucionar como docentes:
La monotonía en la docencia no solo afecta a quien la experimenta, sino también al ambiente del aula. Cuando un docente no se trabaja a sí mismo, su energía se estanca, la pasión por enseñar disminuye y las relaciones con los alumnos/as y colegas se deterioran. El estrés laboral aparece con más fuerza, alimentado por la sensación de estar atrapado en una rueda que gira sin sentido.
Trabajar en nosotros mismos/as no es algo egoísta; es un acto de amor hacia quienes nos rodean. Al equilibrar nuestra vida, nos convertimos en un ejemplo vivo para nuestros alumnos/as. En lugar de transmitir estrés, mostramos resiliencia. En lugar de enseñar desde el agotamiento, enseñamos desde la pasión.
Hoy, puedo decir que cada vez que decido trabajar en mi autoconocimiento, no solo me regalo bienestar, sino que también ofrezco a mis alumnos/as una mejor versión de mí misma. Porque una maestra que se conoce y evoluciona tiene el poder de transformar vidas, empezando por la suya propia.
Sin autoconocimiento, es fácil caer en la trampa de culpar a factores externos: el sistema educativo, las familias, los alumnos, el volumen de trabajo... Sin embargo, la verdadera transformación empieza dentro de nosotros/as.
El inicio del cambio: La rueda de la vida.
Un ejercicio tan sencillo como explorar nuestra rueda de la vida al inicio del curso puede marcar la diferencia. Nos invita a mirarnos con honestidad, a identificar las áreas de nuestra vida que necesitan atención y a establecer prioridades para trabajar en ellas.
- ¿Cómo está mi energía física?
- ¿Dedico tiempo a mi desarrollo personal y emocional?
- ¿Cultivo relaciones que me nutran y me aporten alegría?
- etc.
Esta práctica nos recuerda que ser buenos maestros/as empieza por ser buenos/as con nosotros/as mismos/as. Al equilibrar nuestra vida, no solo mejoramos nuestra salud y bienestar, sino que también nos convertimos en un ejemplo vivo de resiliencia, autocuidado y crecimiento para nuestro alumnado..
Todo ello se refleja en nuestra labor diaria en clase: en nuestra paciencia, en la forma en que escuchamos a los alumnos/as, en nuestra creatividad para resolver conflictos, en nuestra capacidad de disfrutar del momento presente.
Elegir evolucionar nos aleja del agotamiento y nos acerca al verdadero propósito de nuestra vocación: inspirar a otros seres humanos a ser mejores.
Herramienta de auto-descubrimiento: la rueda de la vida para docentes.
La rueda de la vida clásica, una herramienta visual de psicología, puede adaptarse al contexto docente para incluir aspectos que tengan un impacto directo en nuestro bienestar personal y profesional. Propongo las siguientes áreas:
1. Salud, autocuidado y descanso:
.png)
Este aspecto incluye el bienestar físico, la energía diaria y la capacidad para cuidarnos tanto en cuerpo como en mente. Es fundamental para afrontar la jornada docente con vitalidad.
Preguntas para evaluar:
- ¿Duermo al menos 7-8 horas de calidad por noche?
- ¿Mantengo una dieta equilibrada y rica en nutrientes?
- ¿Hago ejercicio físico regularmente?
- ¿Incluyo momentos de desconexión y pausas activas durante el día?
- ¿Dedico tiempo a actividades que recarguen mi energía, como el grounding o la conexión con la naturaleza?
- ¿Me permito descansar sin sentir culpa?
2. Bienestar emocional:
La gestión de nuestras emociones y la capacidad de afrontar el estrés determinan nuestra resiliencia y equilibrio. Este aspecto nos permite mantenernos centrados y presentes, incluso en momentos desafiantes.
Preguntas para evaluar:
- ¿Gestiono adecuadamente las emociones como la frustración o la ansiedad?
- ¿Me siento en paz conmigo mismo/a?
- ¿Soy consciente de cómo mis emociones afectan mi día a día en el aula?
- ¿Desconecto con frecuencia de dispositivos electrónicos y redes sociales?
- ¿Dedico tiempo para reflexionar y reconectar con mis emociones?
3. Relaciones personales:
Las relaciones positivas con nuestra familia, pareja, amigos/as y compañeros/as de trabajo son esenciales para sentirnos apoyados y mantener una buena salud emocional.
Preguntas para evaluar:
- ¿Dedico tiempo de calidad a mi familia y amigos/as?
- ¿Mis relaciones laborales son colaborativas y enriquecedoras?
- ¿Siento que tengo una red de apoyo emocional en mi vida?
- ¿Cómo contribuyen mis relaciones a mi felicidad y estabilidad emocional?
4. Diversión y ocio:
%20El%20mandato%20de%20cerrar%20las%20sinagogas%20de%20todo%20el%20mundo%20jud%C3%ADo%20a%20las%20ense%C3%B1anzas%20de%20Jes%C3%BAs%20y%20sus%20seguidores%20se%20hab%C3%ADa%20vuelto%20en%20contra%20de%20los%20escribas%20y%20fariseos.%20En%20cuanto%20Jes%C3%BAs%20se%20quit%C3%B3%20(1).png)
El tiempo que dedicamos a hobbies, creatividad y actividades recreativas nos permite desconectar, recargar energías y estimular nuestra imaginación.
Preguntas para evaluar:
- ¿Reservo tiempo para disfrutar de actividades que me apasionan?
- ¿Exploro nuevos intereses o hobbies fuera de mi trabajo?
- ¿Me permito momentos de diversión sin sentir culpa?
- ¿Siento que en mi vida todo gira en torno a obligaciones?
5. Crecimiento personal / espiritual:
%20El%20mandato%20de%20cerrar%20las%20sinagogas%20de%20todo%20el%20mundo%20jud%C3%ADo%20a%20las%20ense%C3%B1anzas%20de%20Jes%C3%BAs%20y%20sus%20seguidores%20se%20hab%C3%ADa%20vuelto%20en%20contra%20de%20los%20escribas%20y%20fariseos.%20En%20cuanto%20Jes%C3%BAs%20se%20quit%C3%B3%20(2).png)
Este aspecto engloba el desarrollo interno, el aprendizaje continuo y la conexión con algo más profundo, ya sea a través de la meditación, el mindfulness o la espiritualidad.
Preguntas para evaluar:
- ¿Dedico tiempo a mi crecimiento personal?
- ¿Practico mindfulness, yoga u otras técnicas de conexión espiritual?
- ¿Siento que estoy en un proceso constante de evolución?
- ¿Me siento alineado/a con mis valores y propósito de vida?
6. Trabajo /vocación:
%20El%20mandato%20de%20cerrar%20las%20sinagogas%20de%20todo%20el%20mundo%20jud%C3%ADo%20a%20las%20ense%C3%B1anzas%20de%20Jes%C3%BAs%20y%20sus%20seguidores%20se%20hab%C3%ADa%20vuelto%20en%20contra%20de%20los%20escribas%20y%20fariseos.%20En%20cuanto%20Jes%C3%BAs%20se%20quit%C3%B3%20(3).png)
La satisfacción laboral y la conexión con nuestra vocación son clave para mantener la motivación en la docencia. Este aspecto incluye nuestras relaciones en el entorno laboral y la percepción de nuestra labor.
Preguntas para evaluar:
- ¿Me siento realizado/a en mi trabajo como docente?
- ¿Mis objetivos profesionales están alineados con mis valores personales?
- ¿Percibo apoyo por parte de mis colegas y superiores?
- ¿Encuentro significado y propósito en mi labor diaria?
7. Desarrollo intelectual:
El aprendizaje constante nos mantiene activos, innovadores y curiosos, lo que impacta directamente en nuestra práctica docente y en nuestra capacidad de resolver problemas.
Preguntas para evaluarnos en esta área:
- ¿Dedico tiempo a leer, investigar o aprender cosas nuevas?
- ¿Me mantengo actualizado/a en mi área de enseñanza?
- ¿Busco oportunidades de formación continua?
- ¿Siento que mi mente está activa y estimulada?
¿Cómo utilizar estas preguntas?
Cualquier rueda debería, para funcionar, ser perfectamente circular. Al rellenar y reflexionar sobre los distintos aspectos de la vida que hemos visto más arriba, podemos ver si nuestra vida, efectivamente, va "rodando" sin problemas, o más bien, tiene altibajos o desniveles.
Pero lo más hermoso de este trabajo es cuando pasamos a la segunda parte.
Una vez hacemos una radiografía de cómo estamos, volvemos a realizar el ejercicio de la Rueda de a Vida, pero ahora con mi VIDA IDEAL. ¿Te has parado a imaginar cómo sería tu vida ideal? ¿Qué te gustaría conseguir este año en tu salud, en tu trabajo o en tu tiempo de desarrollo personal?
- Evaluación inicial: Reflexiona sobre cada pregunta y asigna una puntuación del 1 al 10 para cada área.
- Análisis visual: Marca las puntuaciones en la rueda de la vida y une los puntos para identificar desequilibrios.
- Plan de acción según "mi rueda de la vida ideal" : Escoge cómo seria tu " rueda de la vida ideal" y selecciona una o dos áreas prioritarias para mejorar, definiendo acciones específicas para mejorarlas.
- Seguimiento: Realiza este ejercicio periódicamente (por ejemplo, una vez al año) para observar tu progreso.
Si no nos fijamos metas, objetivos para nuestras vidas, el estancamiento se apodera de nuestra vida. Porque, en realidad, crecemos y nos desarrollamos cada día, en cada momento de la clase o en nuestra vida familiar. Esa es la autentica VIDA.
A por ella, a por nuestros sueños!💗
Comentarios
Publicar un comentario