En verano, tres claves para las maestras: corazón, fuego y verdad.

 


🌞 Comienza el verano 🌞

La atmósfera rebosa energía.

Y con ello, renacen en nosotras las ganas de disfrutar, de trasnochar, de compartir... de vivir con más intensidad.

Porque en verano, la vida es VIDA en mayúsculas, en negrita, en colores brillantes.

Así es: habría que hacer un esfuerzo rabioso para NO ser optimista en medio de este derroche de sol, calor, luz y posibilidades.

En palabras de Pablo Neruda, en su poema Mar:

“Necesito del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia,
no sé si es ola sola o ser profundo
o solo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navíos.”

Así es el verano: una inmensa ola de vida que nos recuerda lo profundo, lo vasto, lo fértil.

 Y no es casual.

Desde la Medicina Tradicional China, el verano es la estación del elemento Fuego, el más expansivo de todos. Es el tiempo del corazón, de la apertura y del amor como fuerza vital.

Es el momento en el que la naturaleza alcanza su máxima expresión: todo florece, todo canta, todo irradia.



Y en nosotras, maestras, esa misma energía nos atraviesa, nos invita a abrirnos, a celebrar, a expresar lo que somos y a conectar profundamente con los demás.

Por eso, en verano, sentimos más ganas de compartir, de jugar, de reír, de bailar, de vivir intensamente.

 El corazón, órgano regente de esta estación según la sabiduría china, nos invita a habitar el presente con autenticidad, con verdad, con propósito.

 

La educación y el Fuego que está en nuestro interior:

En cada niña, en cada niño, late una chispa de Fuego, una inteligencia viva, ancestral, que no se encuentra en los libros, sino en la tierra, en el cuerpo, en la mirada, en el juego.

Sin embargo, a veces confundimos educar con llenar.

Olvidamos que el verdadero aprendizaje nace del alma y que nuestra labor como maestras no es imponer, sino avivar el fuego sagrado de cada ser, como quien protege una llama frágil pero poderosa.

"No busques fuera", decía San Agustín, "porque la Verdad habita en ti."

Como la flor está en la semilla, así la sabiduría ya habita en cada niña, en cada niño.

Así de mágico es también ser niña, ser niño.
Así de hermoso puede ser también ser maestra.

Y en cada niña, en cada niño, palpita una semilla de sabiduría antigua, una chispa de algo más grande que nosotros, que nos recuerda que formamos parte de una misma familia: 

                                   la Comunidad de la Tierra.

🌱 Como maestras, acompañamos esa semilla. No la rechazamos, no la forzamos. La custodiamos con alegría y paciencia, como quien cuida un fuego


Y entonces surge una pregunta luminosa como este cielo de julio:

 

             ¿Qué hacemos con tanta energía? 

 

Porque podemos acoger este regalo de la vida…


         o simplemente dejarlo pasar sin usarlo.


🌻 El verano, como en la película Bajo el sol de la Toscana, puede ser un tiempo de transformación real: dejar atrás lo viejo, sanar, reencontrarte contigo.

 

Por eso hoy te comparto tres claves, por si te sirven, para vivir este tiempo tan vivo desde más adentro.

 

Recuerda que tenemos en estas vacaciones bastantes días por delante y nos puede dar tiempo a todo. Descansar, quedar con familia, con amistades, divertirnos...y también da tiempo a contarnos VERDAD sobre nosotras mismas.

Por que el verano puede ser una estación muy interesante para tres cosas esenciales.


1. Evaluar desde el corazón.

Como el fuego revela lo que está escondido, el verano nos invita a revisar nuestro camino con más claridad y con comprensión, sin juicio.


 

El verano es, energéticamente hablando, cosecha.


Tiempo de mirar con verdad lo sembrado durante el curso escolar y también en nuestras vidas personales.


Es momento de celebrar lo que sí floreció.


Y también de aceptar lo que no germinó.

Esta energía abundante del verano nos acompaña para valorar sin juicio, desde el aprendizaje.

💬 ¿Qué ha dado fruto este año en mi vida?


💬 ¿Qué he aprendido, incluso de lo que no salió como esperaba?

 

Y como maestra, es buen momento de revisar con honestidad:


💬 ¿Qué he sembrado este año en mis niños y niñas?


💬 ¿Qué frutos han dado nuestras manos, nuestros silencios, nuestras palabras?

A veces, las cosechas son invisibles.
Pero están ahí, latiendo en los corazones que tocamos.

 

2. Crear con alegría.

El fuego inspira, despierta, transforma.

 


Esa vitalidad que se respira es perfecta para crear.
La creatividad florece con la ligereza, el juego.
 

Esta energía estival invita a imaginar, a soñar, a sembrar nuevos caminos.
Quizás en otros momentos del año no te da la vida… pero ahora sí.

Ahora puedes escribir ese proyecto, diseñar esa idea, pintar, sembrar nuevas intenciones.
Es tiempo propicio para ese proyecto que pide nacer.
Para dibujar ideas, escribir cuentos, diseñar una escuela más viva, más conectada, más humana.


3. Amar y acompañar.

El corazón, órgano regente del verano, es el emperador de todo el cuerpo en la Medicina China.



Cuando está en equilibrio, hay paz, presencia, serenidad.
Cuando está alterado, reina el caos.

Por eso, este tiempo nos invita también a cuidar nuestro fuego interior, a cultivar relaciones amorosas, a estar presentes con nuestra familia, desde un lugar más auténtico y cálido.

Y no olvidemos que educar  es también un acto de amor.
Y amar es permitir que cada ser sea lo que ES, con toda su sorprendente luz.

Bien.

Así que, recien comienza el verano y eso significa muchas cosas.

Pero hoy, sobre todo, puede significar tres muy poderosas:

✨ Evaluar. ✨ Crear.  ✨ Amar.

Y mientras lo haces, que suene la música.
Que el corazón se encienda.
Y que esta estación te transforme como sólo el verano sabe hacerlo.

 




En resumen:

Empieza el verano.
Y eso puede significar muchas cosas…

Pero hoy te propongo que lo vivas como una invitación a Evaluar, a Crear y a Amar.
 A tus niñas, a tus niños.
 A tu vocación, tu trabajo.
 A la Vida.

 🌊 El mar, como decía Neruda, nos enseña sin hablar. Así que escucha cuando disfrutes de un rato de playa o tranquilidad.

Y el verano, con su luz larga y su tiempo dilatado, nos recuerda que enseñar no es imponer, sino acompañar.

"Porque no hay mayor belleza que,,, una niña, un niño que ha despertado a su verdadero Ser."  Guillem Ferrer.

No puede haber más alegría que un ser humano muestre al mundo lo que ha traido para aportar, único, diferente, especial...

Como escribió el poeta Blake :

Para ver el mundo en un grano de arena
y un cielo en una flor silvestre,
sostén el infinito en la palma de tu mano
y la eternidad en una hora.
 




 



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