🍂✨ Bienvenido, Otoño: equilibrio y energía para docentes ✨🍂

En la vida docente, el cansancio parece convertirse en un compañero inseparable. Jornadas largas, reuniones, pantallas que nunca se apagan… Nos cuesta dormir profundamente. Sin embargo, dormir no es un lujo: es una necesidad vital. El descanso es la raíz de la claridad, de la energía y de la presencia que llevamos cada día al aula.

El neurocientífico Matthew Walker afirma: “El sueño es el mejor y más natural sistema de curación”

Y en nuestras aulas lo comprobamos: cuando llegamos descansados, los niños/as captan enseguida esa serenidad y la reproducen. La calidad de nuestro sueño no solo influye en nosotros, sino que se contagia al clima del aula.

 

Aprovechemos el cambio de estación para hacer cambios de viejos hábitos y renovar nuestra nuestra mente. 

Hoy, en el equinoccio de otoño, el día y la noche duran lo mismo en todo el planeta. Una invitación natural a equilibrarnos.

                                     🌍
El otoño nos recuerda: soltar no es perder, es abrir espacio para lo nuevo. 

 

        


La ciencia lo confirma: la luz del sol —sobre todo al amanecer y al atardecer— activa la melatonina mitocondrial, que protege nuestras células, regula el descanso y nos da energía sostenida ☀️🧬. Parece una paradoja, pero estar en contacto con el Sol (sobre todo durante el día) estimula la maravillosa melatonina. 

 

🌸 Tips para docentes este otoño:

+5 min de sol al llegar a la escuela 🌞.

+Recreos conscientes al aire libre 🌿.

+Mirar el atardecer para un mejor descanso 🌇.

¿Qué nos deparará este comienzo de curso?

Una cosa es segura: practica alguno de los tips que te comento y notarás la diferencia.

Pero no me gustaría terminar sin ofrecerte más ideas que refuercen tu energía y te equilibren en este nueva toma de contacto con las aulas tras las vacaciones estivales.

¿Te animas a leerlas? Voy a ser breve y directa. 

El nervio vago y el descanso.

La ciencia nos recuerda que no somos solo cuerpos de materia, sino sistemas vivos profundamente conectados. El nervio vago, pieza central de la Teoría Polivagal (Stephen Porges), es el puente entre el cuerpo y la calma. Cuando practicamos respiración lenta y consciente antes de dormir, o cuando desconectamos las pantallas al menos media hora antes de acostarnos, activamos este nervio y enviamos un mensaje claro: “estás a salvo, puedes descansar”.


 

En clase, he visto cómo un pequeño ritual de respiración de 90 segundos después del recreo cambia la energía de todo el grupo: los niños/as se muestran  en calma, los suspiros surgen, la quietud se instala. Es el mismo principio: regular el sistema nervioso para abrir la puerta al descanso.

Yoga y rituales sencillos.

El yoga nos regala gestos suaves que, realizados antes de dormir, ayudan a preparar al cuerpo y a la mente. Una postura sencilla como Balasana (postura del niño) durante un minuto, estiramientos con respiraciones largas, relajan la espalda y liberan tensiones acumuladas o una sencilla respiración consciente, nos activa el nervio vago.


 

En el aula, he visto cómo una maestra utilizaba “yoga de la mariposa”: los niños/as sentados, moviendo suavemente las piernas como alas. Después, todos estaban más receptivos, incluso ella misma. Dormir mejor comienza en esos pequeños gestos de autocuidado que sembramos en la jornada.

Desconexión en modo avión

Vivimos hiperconectados, y eso roba calidad a nuestro descanso. El Instituto Nacional de Estadística (INE, 2023) señala que pasamos más de 4 horas al día frente a pantallas. También se ha comprobado que miramos el móvil más de 85 veces al día. Esa luz azul interrumpe la producción de melatonina nocturna y degrada la melatonina que segregamos por contacto con el Sol. Además de dispersar nuestra atención y concentración.


 

El reto es sencillo y revolucionario: 1 hora antes de dormir, pon el móvil en modo avión, desconecta el wifi y, en lugar de redes o correos, escribe tres cosas por las que agradeces el día, lee unas páginas de un libro o simplemente respira en silencio. 

 


 

Una invitación

Con la llegada del otoño, renueva tu mente y tu cuerpo con calma y descanso reparador.

Dormir mejor no es un capricho, es el inicio del bienestar docente. Porque un docente descansado sonríe más, escucha mejor y transmite calma. Y esa calma es el verdadero regalo que ofrecemos a nuestros alumnos/as.

Hoy te invito a probar: respira, estírate, desconecta, descansa. 🌙✨

 Cuando cuidas tu sueño, cuidas tu alma… y la de quienes te rodean.

Piensa diferente, cuidate diferente, educa diferente. 


 



 


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