La hormiga, la cigarra y tú: una metáfora para docentes que quieren vivir más ligeras.

 

 

La fábula de la hormiga y la cigarra —atribuida a Esopo en la Grecia clásica y reescrita siglos después por Jean de La Fontaine— lleva milenios recordándonos algo esencial:
todas las decisiones tienen un invierno esperando al final.

Y no, no hace falta ponerse dramáticas: no se trata de vivir con miedo al frío, sino de aprender a escuchar qué parte de ti está decidiendo cada día.

Porque en la vida —y especialmente en la docencia— todo puede mirarse desde dos lentes:

🔍 La mirada de la hormiga

🔍 La mirada de la cigarra

Y cada decisión pequeña, casi invisible, refuerza uno de los dos modelos.

---

Modelo Hormiga-Docente: la que piensa en el largo plazo.

 

Eres hormiga cuando haces cosas que tu yo futuro te agradecerá:

esa reunión que adelantaste, esa programación que dejaste bien cerrada, ese descanso que convertiste en hábito, ese límite que por fin pusiste.

La hormiga sabe que un gran hormiguero no se construye gritando “¡milagro!”, sino repitiendo “un grano más” con paciencia.

• Construye relaciones profundas.

• Levanta proyectos que trabajo de años.

• No se asusta del esfuerzo.

• Entiende la incomodidad como inversión.

Como diría Aristóteles, la hormiga vive en la lógica del justo medio: hace lo que toca, cuando toca, aunque no siempre apetezca.

---

Modelo Cigarra-Docente: la que vive en el corto plazo.

 

La cigarra no es irresponsable: es humana.
El problema no es que disfrute… sino que a veces pierde de vista la factura final.

Cuando elegimos el placer del ahora sin mirar el mañana, pedimos un préstamo a nuestra vida futura:
“lo pago más adelante”.

Y ese préstamo llega con intereses:
estrés, agotamiento, ansiedad, noches corrigiendo, mal dormir, improvisación forzada…

No es que la cigarra sea mala.
Es que no piensa en el coste.

Además, todas las docentes sabemos que “el invierno” siempre llega:

• entrega de notas

• reuniones de tutorías

• claustros intensos

• informes

• cambios de última hora

La cigarra canta… hasta que el trimestre aprieta.

---

La metáfora que cambia la vida (y el bienestar docente)

Cuando entiendes esta metáfora, ocurren dos cosas:

1️⃣ Procrastinar deja de ser “mañana lo hago”
y se convierte en “estoy pidiendo un préstamo a mi yo de mañana y lo pagaré con angustia”.

2️⃣ No cuidarte ya no es un capricho,
es cargar de peso a la persona que serás dentro de 10 años.

3️⃣ Evitar conversaciones importantes ya no es comodidad,
es dejar que un problema madure intereses.

4️⃣ Quemar energía en lo urgente deja de ser natural,
y pasa a ser una fuga que tarde o temprano duele.

Como dice Epicteto en El arte de vivir:

«Ahora es el momento de tomarse en serio vivir tus ideales. A más esperes, más vulnerable estarás en la mediocridad.»

---

La parte liberadora: no necesitamos ser hormigas todo el día.

Ser hormiga 24/7 sería agotador (y francamente, nada pedagógico).
La cigarra también es hermosa:
ríe, improvisa, canta, descansa, respira.

La clave no es eliminar a la cigarra.
La clave es que no dirija toda tu vida.

Notarás que un trimestre ligero no llega por arte de magia:
llega por equilibrio.

 

 

---

Tu ejercicio práctico (rápido y revelador)

Haz dos columnas en tu cuaderno o agenda:

🐜 HORMIGA

Estos son mis: Hábitos, rutinas, límites, orden, descanso planificado, acciones que tu yo futuro celebrará.

🎶 CIGARRA

Placeres, improvisaciones, descansos espontáneos, planes que alimentan el alma.

Y pregúntate:
¿Cuál es mi ratio ideal? 80/20? 70/30? 60/40?

No hay respuesta universal.
Solo un equilibrio sostenible… y consciente.

---

Para cerrar este trimestre en paz (y comenzar 2026 ligera):

• Elige una tarea-hormiga al día.

• Permite un ratito-cigarra sin culpa.

• Antes de decir “sí”, pregúntate: ¿quién responde, mi hormiga o mi cigarra?

• Y recuerda siempre:

  
  el verano se disfruta mejor cuando el invierno no asusta.